El maestro apareció en escena
como cualquier artista deseando entregar lo mejor de él, anunciando los grandes
beneficios de la innovación en la escuela frente al tradicionalismo oculto en
ella. Explicó así, que ningún maestro puede perder de vista que se debe educar
teniendo en cuenta competencias, habilidades, experiencias, individualidad,
heterogeneidad en las aulas y datos
curriculares, pero, que a partir de ahí, y
respetándolo la enseñanza es libre y ofrece una baraja de posibilidades
impresionantes. Innovar es bueno pero no se ha de perder de vista para qué y
teniendo en cuenta que ha de ser mejor que lo anterior, si no… ¡Es perder el
tiempo! Es increíble que a día de hoy y con lo que ha demostrado la
experiencia, la escuela siga debatiéndose entre tradición e innovación, entre
aprendizaje memorístico y la pedagogía de la pregunta… ¡Vamos maestros! ¡La
vida es mucho más interesante observando, experimentando, comportándose como un
verdadero científico!
El conferenciante afirmó que
cualquiera no puede llegar a ser maestro y al mismo tiempo que la vocación no
siempre se percibe desde un primer momento. Sin embargo, afirmó que lo más
importante es que seamos mediadores, que el maestro no tiene porque ser “listo”,
sino sencillamente alguien despierto, inquieto por el mundo que le rodea y con
ganas de aprenden y de enseñar; no hace falta saberlo todo. De esta forma, fue
en el Colegio Granja de Rocamora dónde, y gracias a su pasado como químico,
descubrió su capacidad de maestro investigador y observador del mundo. Allí,
entendió que muchas cosas de las que ocurren en el centro no dependen
totalmente de agentes externos (como el gobierno, consellería, padres de
alumnos…) si no que dependen de nosotros mismos, los maestros. Con ello quiso
decir que nosotros tenemos la capacidad de cambio, la capacidad de girar la
brújula enderezándola de nuevo hacia el norte para que pueda seguir guiando. El
conferenciante explicó que en un centro educativo, existen muchísimas
metodologías y es normal, siendo así, que unas choquen con otras; sin embargo
eso hace que se pierda unidad, que no haya una base de la cual “tirar del carro”;
y éste, en mi opinión, es el problema de la educación en España, sometida al
viento y a la marea política. Por ello, en el centro del conferenciante se
pusieron en marcha planes de mejora en
los que todos los profesores se involucran para garantizar el buen aprendizaje
de sus alumnos. Así los maestros no emprenden caminos diferentes sino que, en
este centro, aúnan sus esfuerzos hacia objetivos comunes. El conferenciante
explicó que este método es muy beneficioso puesto que, a la hora de enseñar,
muchas veces se explican las nociones como si estuvieran sueltas, como si no
tuvieran nada que ver las unas con las otras cuando, en este mundo, todo está y
puede conectarse. Me
pareció muy interesante la comparación que realizó el
conferenciante de las matemáticas con las pirámides. Existen dos opciones: “o
entrar en la pirámide, pasarlo mal al principio pero luego encontrar la luz en ella
y descubrir grandes verdades” o “quedarte fuera por miedo, dar vueltas sin
parar sin de verdad comprender nada”. Así, el reciclaje es fundamental para ser
maestro, plantearse todo lo que se enseña, mejorarlo o cambiarlo si no era
apropiado; crear nuevas líneas pedagógicas que funcionen.
Me pareció muy interesante, la
comparación del colegio con un ecosistema: hay que cuidar el paisaje pero
también el clima. Es decir, hay que decorar el centro según la época del año,
según los acontecimientos y fiestas importantes para que todos los niños se
involucren y mejorar su rendimiento y motivación además del de todos los
trabajadores del centro. Por otro lado, también se ha de cuidar el clima a
través de las relaciones de colaboración, cooperación. Todo esto es necesario
para que haya un correcto funcionamiento en la escuela.
El centro educativo y el maestro
en concreto han creado numerosos proyectos que dan respuesta a todo lo
explicado y, que de verdad fomentan a gran escala la mirada social. En estos
programas, trabajan en colaboración con todos los agentes educativos: desde
alumnos, padres y profesores, a PAS y el mismo conserje de la escuela. Así,
realizan semanas culturales “el año internacional de los océanos”, “el año
internacional de las culturas”, se realizan actividades de cocina, teatro,
canto, exposiciones, se construyen verdaderas salas de aprendizaje directo
desde la experiencia como el proyecto sobre los ecosistemas, el proyecto de
falla, el festival del circo, el aula de la biodiversidad. Además, se crean
programas de aprendizaje a través de las TICS como “la mar de tranquilos” por
el que el conferenciante ganó un premio de la Comunidad Valenciana en el que se
intenta que los alumnos resuelvan de forma sencilla problemas de
multiplicación.
Esta conferencia ha sido, dentro
de las charlas de innovación, una de las más gratificantes. En ella he
comprendido que el hecho de ir al colegio para un niño debe resultar una
auténtica aventura en la que se aprenda pero no solo desde los conceptos si no
también desde el saber ser, saber hacer, saber convivir. Los proyectos que se
nos presentaron son increíbles, en los que se ha tenido que dedicar muchísimo
tiempo y muchísimo esfuerzo; pero es muy bonito pensar que en ellos han
colaborado muchos maestros con ganas de mejorar la educación actual y que estos
programas también son muy apreciados por los niños. Sin embargo, lo que no me
parece viable es que no se dé a este tipo de trabajos que seguro, ya hay muchos
en España, el reconocimiento que se merecen. Los informativos y los periódicos
de divulgación se llenan de críticas hacia
la política y su saber hacer, hacia
la crisis en educación, entre otros sectores; sin embargo, pocas veces o
ninguna se halaga este tipo de trabajos que demuestran la verdadera vocación de
un maestro y luchan por seguir avanzando. En esta sociedad hemos aprendido
mucho de experiencias pasadas, éstas fueron necesarias; pero ya podemos tener
criterio de lo que puede funcionar y lo que no. Probemos entonces, programas
nuevos que ofrezcan diferentes posibilidades y que, el futuro y la experiencia
nos permitan conocer su verdadera efectividad.
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